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Por qué el enfriamiento evaporativo está en boca de todos
La sostenibilidad se ha convertido en el centro de atención de la comunidad europea en la construcción. La tendencia es el inmenso potencial de ahorro energético y económico que ofrecen las inversiones ecológicas.
El impulso a la sostenibilidad ha estimulado la innovación y las mejoras que repercuten positivamente tanto en el medio ambiente como en la economía.
La refrigeración evaporativa es un buen ejemplo de estos avances. Esta alternativa energéticamente eficiente a los costosos sistemas eléctricos de aire acondicionado está ganando adeptos. Desarrollada inicialmente como “enfriadores del desierto” para regiones con aire exterior cálido y seco, la tecnología ha evolucionado desde entonces y los sistemas actuales pueden funcionar eficazmente en una gama más amplia de condiciones.
No obstante, las unidades evaporativas son sólo uno de los componentes de los sistemas de aire acondicionado ecológicos. Otro elemento crucial es la tecnología de dispersión del aire.
Los conductos metálicos tradicionales se fabrican en fábricas que emiten cantidades sustanciales de gases de efecto invernadero. Además, el tamaño y el peso de estos conductos provocan considerables emisiones de CO2 durante el transporte. Las soluciones convencionales son también fuente de distribución desigual de la temperatura y de desagradables corrientes de aire en el espacio ocupado.
FabricAir fue pionera en Dinamarca en la década de 1970 en el uso de conductos textiles para mejorar la capacidad de refrigeración de las plantas de procesamiento de carne. Desde entonces, la tecnología se ha perfeccionado y ahora se emplea en casi todas las aplicaciones en las que se utilizan conductos visibles, garantizando una calidad del aire interior (IAQ) y un confort de los trabajadores óptimos.
Los conductos de aire textiles son la solución ecológica perfecta para la difusión de aire. La tecnología empleada en los conductos de aire textiles permite ahorrar hasta un 40% de energía en comparación con los conductos metálicos convencionales, gracias a la baja caída de presión y al preciso diseño del flujo de aire. El material ligero de los conductos minimiza los costes de transporte y generan una huella de carbono mínima en la fase de producción y transporte.
La tecnología de difusión de aire textil se combina a la perfección con la refrigeración evaporativa y promueve la sostenibilidad, fomenta la innovación para el futuro y mejora los entornos interiores para los ocupantes.
El sistema de conductos de aire textil suministra aire frío con precisión allí donde se necesita y ofrece una solución personalizada para cada proyecto, con la mejor calidad de aire interior posible.
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